La odontología es la rama de la ciencia médica que se ocupa de la investigación, el tratamiento y la profilaxis de las dolencias de los dientes y la cavidad oral. Los problemas dentales han aumentado en frecuencia como uno de los efectos del estilo de vida moderno. Esto puede deberse a varias razones, incluida la mayor ingesta de comida chatarra, refrescos y el descuido del cuidado de los dientes. Por lo tanto, las visitas al dentista se han convertido en la norma hoy en día.
La ciencia dental ha evolucionado mucho en las últimas décadas al igual que otras áreas de la ciencia médica. La cirugía dental se ha modernizado y digitalizado. Sin embargo, para la mayoría de las dolencias dentales, los dentistas aún dependen de los medicamentos, ya sea solos o como parte del tratamiento preoperatorio. Para tratar los problemas dentales con medicamentos, es imprescindible un conocimiento adecuado de la farmacología subyacente.
La farmacología es una ciencia aplicada que se ocupa de la acción de los medicamentos en el cuerpo y del metabolismo de los medicamentos en el cuerpo.
Medicamentos utilizados en odontología
Varias clases de medicamentos se utilizan en odontología dependiendo del requerimiento.
Por ejemplo, se administran anestésicos locales, anestésicos generales u óxido nitroso para reducir la percepción del dolor asociado con varias afecciones y procedimientos dentales y la ansiedad que lo acompaña. Los medicamentos anestésicos se unen a los canales de sodio, bloqueando la conducción de los estímulos nerviosos y, por lo tanto, son útiles durante procedimientos como la extracción de dientes.
También se prescriben ungüentos anestésicos locales para aplicar antes de las comidas, con el fin de adormecer la zona del dolor, para que el paciente pueda comer tranquilo. El inicio y la duración de la acción de estos medicamentos dependen de factores como la proximidad al sitio objetivo, la concentración (dosis), el pH del tejido, la solubilidad en lípidos/acuosa, la unión a proteínas y la redistribución del fármaco en los tejidos. Sus efectos secundarios pueden variar desde confusión leve y locuacidad hasta convulsiones tónico-clónicas y depresión severa. La lesión nerviosa también es uno de los efectos adversos graves pero menos comunes de los anestésicos dentales.
Los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, incluidos los corticosteroides, también se usan para aliviar el dolor. Estas son las categorías más comunes de medicamentos utilizados en odontología y están disponibles en diferentes formas de dosificación. Los analgésicos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se adhieren a los receptores de la ciclooxigenasa (COX), COX1 o COX2, e inhiben estas enzimas. Poseen actividades antipiréticas y antiinflamatorias además de actividades analgésicas. Los inhibidores de la COX2 son especialmente beneficiosos, ya que producen menos o ningún efecto adverso gastrointestinal en comparación con los inhibidores de la COX1. Otros efectos secundarios de los AINE incluyen renotoxicidad, dispepsia y reacciones anafilácticas. Los opioides son otra categoría de fármacos utilizados en odontología como analgésicos y sedantes. Afectan directamente al sistema nervioso central. Los síntomas de adicción y abstinencia son problemas potenciales asociados con el uso prolongado de opioides.
Otra categoría importante son los antibióticos y antisépticos que se emplean para tratar dolencias como la placa y la gingivitis, y los medicamentos antimicóticos que se utilizan para tratar la candidiasis bucal. Estos medicamentos se dirigen a las encías y las raíces dentales, y están disponibles como píldoras orales, enjuagues bucales y gárgaras. También se utilizan para tratar el mal aliento. Los antibióticos bacteriostáticos y bactericidas incluyen penicilinas, cefalosporinas, tetraciclinas, aminoglucósidos, etc. clases de fármacos. La elección de los antibióticos depende de varios factores, incluido el tipo de infección, la edad del paciente, el cumplimiento, el historial médico, los medicamentos concomitantes y la resistencia bacteriana.
Además, los productos que contienen fluoruro se utilizan para prevenir la caries dental sin receta médica en áreas sin fluoración del agua.